En el mundo hay 296 millones de personas que participan en el consumo de sustancias; entre ellas, 39.5 millones presentan algún trastorno por esta causa y 13.2 millones se inyectaron, situación que incrementó 35 veces el riesgo de adquirir VIH.1
Además, incrementó casi un 50% la proporción de mujeres usuarias de sustancias. Incluso, 1 de cada 5 personas que participan del consumo de sustancias ha recibido tratamiento. Por esa razón destaca la necesidad de invertir en la prevención del consumo de sustancias entre niñas, niños y adolescentes.1
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¿Cuáles son las causas del consumo de sustancias?
El consumo de sustancias es un problema de salud pública que se presenta en 4 hombres por cada mujer. Esto, en muchos casos, se relaciona con la construcción de la masculinidad, en cuanto a la promoción o la aceptación de conductas riesgosas.2
Algunos factores de riesgos que tienen mayor relación con el consumo de sustancias son:3
- Individual. Si dentro de una familia hay consumo de sustancias, se tolera o se induce su práctica, es posible que surja el abuso en el consumo de sustancias. Incluso, si los amigos consumen sustancias o se encuentran inmersos en un medio en el que existe el consumo de sustancias, esta posibilidad se incrementa.
- Género. Los hombres están 4 veces más expuestos que las mujeres a tener contacto con sustancias, debido a que los hombres se las ofrecen con mayor frecuencia que a las mujeres.
- Ámbito educativo. Las dificultades para establecer relaciones con los compañeros, el ausentismo y la deserción se relacionan con el consumo de sustancias.
- Genética. Se han identificado genes vinculados con la expresión de enzimas de degradación de ciertas sustancias psicoactivas. Es decir, cuando existen características genéticas asociadas con dichas enzimas, se presenta vulnerabilidad ante el consumo de sustancias.
- Funciones neuropsicológicas. Las capacidades para anticipar, planear, inhibir conductas impulsivas y realizar juicios acertados sobre las consecuencias de sus actos se relacionan estrechamente con el consumo de sustancias. Si una persona sufre alteraciones que afectan estas funciones, tiene mayor probabilidad de experimentar con sustancias.
- Factores estresantes. Se relacionan fuertemente asociados al abuso en el consumo de sustancias. A saber, se han descrito interacciones entre las hormonas del estrés y los circuitos cerebrales relacionados con el consumo. Las afecciones que se vinculan con este factor son: trastornos de ansiedad y el trastorno por estrés postraumático, así como otras fuentes externas de estrés.
- Calidad de sueño. El consumo de sustancias afecta la arquitectura del sueño, debido a la abstinencia o por el uso. También, las personas con trastornos del sueño tienen mayor probabilidad de recaer cuando están en recuperación por el consumo de sustancias.
- Afectación psiquiátrica. Muchos pacientes abusan del consumo de sustancias, en este caso de medicamentos, para aliviar sus síntomas mediante la automedicación.
- Los trastornos de la alimentación. Las personas que tienen problemas con su peso, además de tener baja autoestima, son más propensas a consumir con mayor frecuencia el cigarro.
¿Cuál es el tratamiento por consumo de sustancias?
El verdadero reto en el manejo del abuso en el consumo de sustancias se encuentra en mantener al paciente y evitar que vuelva a consumirlas. En ese sentido, el manejo debe abordar estos puntos:4
- No hay un tratamiento único para todos.
- El tratamiento debe estar disponible de inmediato.
- Un tratamiento efectivo contempla las múltiples necesidades del sujeto, no sólo el consumo de sustancias.
- El tratamiento individualizado y el plan de asistencia debe evaluarse de forma continua y modificarse, en caso de ser necesario. De esa forma se garantiza que el plan cubra las necesidades cambiantes de la persona.
- El tratamiento solo será eficaz y decisivo si se sigue durante el tiempo adecuado.
- La consejería y otras formas de terapia comportamental son fundamentales para la eficacia de un tratamiento por consumo de sustancias.
- Para muchos pacientes, los medicamentos constituyen un elemento importante de tratamiento.
- Los sujetos que presentan abuso en el consumo de sustancias suelen tener alguna enfermedad mental, por lo que deben someterse a tratamientos integrales por ambos trastornos.
- La desintoxicación médica es el primer paso del tratamiento por consumo de sustancias; por sí sola contribuye muy poco a modificar el hábito de consumo a largo plazo.
- Un tratamiento no necesita ser voluntario para ser efectivo.
- Es necesario controlar de forma continua la posibilidad de que exista consumo de sustancias durante el tratamiento.
- Los programas de tratamiento deben incluir la detección de enfermedades, como VIH, hepatitis B y C, tuberculosis y otras infecciones, así como aconsejar a los pacientes que eso es para cambiar comportamientos, a fin de evitar que ellos mismos u otras personas puedan infectarse.
- La recuperación por el consumo de sustancias puede ser un proceso muy largo, que tal vez se repita durante múltiples periodos de tratamiento.
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Referencias:
- Secretaría de Salud, 35.6 millones de personas en México han recibido servicios de prevención y atención en adicciones. Disponible en: https://www.gob.mx/salud/es/articulos/35-6-millones-de-personas-en-mexico-han-recibido-servicios-de-prevencion-y-atencion-en-adicciones-340666
- Ricardo Sánchez y María Fernández, El perfil de los consumidores de drogas. Ciencia. Revista de la Academia Mexicana de Ciencias, enero-marzo 2014, vol. 65, núm. 1. Disponible en: https://www.revistaciencia.amc.edu.mx/images/revista/65_1/PDF/PerfilUsuarios.pdf
- Aguilar Bustos O. E, Algunos factores relacionados con las adicciones. Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas [Internet]. 2012;17(2):69-70. Recuperado de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=47323278001
- Ricardo Nanni, Tratamiento de los trastornos adictivos. Ciencia. Revista de la Academia Mexicana de Ciencias, enero-marzo 2014, vol. 65, núm. 1. Disponible en: https://www.revistaciencia.amc.edu.mx/images/revista/65_1/PDF/Tratamientos.pdf
