El estrés presenta efectos en el sistema inmune, de modo que induce o produce dermatitis atópica.1
Las características psicológicas influyen en el sistema inmune a través del sistema nervioso central, los cambios hormonales y el cambio comportamental, que, a su vez, producen susceptibilidad a enfermedades.1
El sistema inmune y la piel
La piel es el órgano más grande del cuerpo y es un sistema dinámico y complejo que interactúa con el sistema nervioso, inmune y hormonal mediante señales bioquímicas y neurológicas.
La psiconeuroinmunología es una disciplina que estudia cómo las emociones afectan la regulación inmune. Entre las patologías que estudia están la dermatitis atópica, que destaca por verse afectada de manera importante por las alteraciones inmunológicas asociadas con los cambios emocionales que se manifiestan con afecciones en la piel.2
La piel es un sistema de barrera con el exterior. Comparte muchas vías de señalización neurohumoral con el sistema nervioso central, como la corticotropina, serotonina, prolactina, entre muchas otras más. Estas, en conjunción con el sistema inmune, generan una compleja red de señalización que, de verse afectada, puede producir síntomas en la piel.2
¿Qué es la dermatitis atópica?
Una de las características clásicas de la dermatitis atópica es el prurito o comezón, que se genera por una activación del sistema inmune derivada de la liberación de sustancias inflamatorias en la piel.2
En las personas con dermatitis atópica, el estrés (ya sea físico, emocional, o ambos) induce una liberación mayor de la normal de sustancias inflamatorias, lo que genera una sensación de comezón y una necesidad imperiosa de rascado, que aumenta el proceso inflamatorio y genera un ciclo de retroalimentación que agrava el padecimiento. El prurito comparte vías de señalización con el dolor y puede aumentar la sensibilidad. Esto significa que cada vez se requieren estímulos más leves para desencadenar la sensación de comezón.2
Este ciclo de prurito y rascado no sólo aumenta la inflamación en la zona, sino que aumenta los niveles de ansiedad, esto aumenta una vez más la liberación de sustancias inflamatorias que perpetúan el ciclo, al afectar la calidad de vida.2
En los pacientes con dermatitis atópica, el 81% encuentran que el estrés psicológico empeora de manera importante los síntomas. En estos pacientes, el uso de inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina como la paroxetina, la fluoxetina y la sertralina han demostrado reducir los niveles de prurito y de rascado. Esto se relaciona de manera estrecha con la señalización de serotonina en la piel.2
¿Cómo se relaciona el estrés con la dermatitis atópica?
El estrés provoca alteraciones en la respuesta inmunológica, por lo genera susceptibilidad para contraer o aumentar el crecimiento de tumores u otras enfermedades.1
La activación del sistema inmune se relaciona con la activación neurofisiológica, neuroquímica y neuroendocrina de las células cerebrales, de modo que el estado psicológico, como el estrés y la inmunología, produce altas probabilidades de contraer enfermedades, como la dermatitis atópica.1
¿El estrés laboral se relaciona con la dermatitis atópica?
El estrés laboral es uno de los problemas más preocupantes a nivel nacional, pues, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el 75% de los mexicanos lo padecen. Sin embargo, es posible detectarlo si se observan cambios en el comportamiento emocional, conductual, cognitivo y fisiológico.3
Situaciones relacionadas con el ámbito laboral, como las largas jornadas de trabajo o un mal ambiente laboral, pueden complicar el estrés y hacer que la persona padezca cuadros más crónicos de dermatitis atópica, que incluyen sentimientos de angustia o preocupación.3
Uno de los mayores riesgos de la dermatitis atópica por estrés es que pueden haber complicaciones para la salud física y mental del empleado que pueden llevar a la hospitalización.3
Es cierto que no todos los empleados pueden presentar cuadros críticos y desarrollar problemas en la piel, como enrojecimiento y picazón, algunos pueden vivir el incremento de ciertos sentimientos, como miedo o angustia, que pueden provocar lesiones en varias partes del cuerpo.3
Considera estas acciones para cuidarte de la dermatitis atópica…
- La piel debe mantenerse limpia, seca y bien humectada.
- Tratamientos médicos. De acuerdo con las indicaciones de tu profesional de la salud, utiliza tópicos o sistémicos.
- Cuídate del sudor. Tras realizar ejercicios y sudar, es recomendable tomar un baño rápido con agua tibia.
- Evita lugares calurosos. Es importante la hidratación, así que debes evitar la resequedad y los espacios secos y calurosos, ya que son detonantes de la dermatitis atópica.
- Evita seguir remedios caseros. Ya que esto retrasa el diagnóstico o tratamiento, por lo que es posible que se llegue a padecer un cuadro de dermatitis atópico grave.
- Visitar un dermatólogo hace la diferencia, pues podría detectar que la dermatitis parte de una alergia o se trata de un padecimiento más.
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Referencias:
- Salamanca Sanabria, Alicia, & Hewitt Ramírez, Nohelia. (2011). Factores biológicos y psicológicos de la dermatitis atópica. Psychologia. Avances de la Disciplina, 5(1), 47-58. Retrieved September 19, 2023, from http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1900-23862011000100005&lng=en&tlng=es.
- Suárez AL, et al. Psychoneuroimmunology of psychological stress and atopic dermatitis: pathophysiologic and therapeutic updates. Acta Derm Venereol. 2012;92(1):7-15.
- El heraldo de México, Estrés laboral, uno de los factores para presentar brotes de dermatitis atópica. Disponible en: https://heraldodemexico.com.mx/estilo-de-vida/2022/8/19/estres-laboral-uno-de-los-factores-para-presentar-brotes-de-dermatitis-atopica-431829.html
