¿Cómo se relaciona el abuso de sustancias con el sistema nervioso?

La dependencia al consumo de sustancias es un problema de alcances mundiales, donde la dependencia puede llegar a ser devastadora para una persona y su familia.1

Los sistemas cerebrales que están involucrados en la dependencia de sustancias son los que nos permiten sentir placer por llevar a cabo ciertas conductas, por ejemplo, comer, beber agua, realizar una conducta sexual.1

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Sistema nervioso y abuso de sustancias

Sistema de hedonismo. También conocido como sistema hedónico o de motivación y recompensa. Se relaciona con el sistema de placer y del reforzamiento. Se forma básicamente por dos estructuras cerebrales que se comunican entre sí: el área tegmental ventral (ATV) y el núcleo accumbens (NAC). El primero se comunica con el segundo mediante una sustancia que libera la dopamina, un neurotransmisor.1

Este sistema le proporciona al sujeto una sensación agradable, de placer, al llevar a cabo una conducta o ingerir un alimento que resulta beneficioso para el organismo. De modo que el sistema de hedonismo es el que se ve afectado por el abuso en el consumo de sustancias, ya que se encarga de permitirnos tener una experiencia tan agradable que deseamos repetirla.1

Esto quiere decir, que el placer no es un estímulo, sino una construcción que hace el cerebro para garantizar la repetición de la conducta. A saber, el placer es un efecto de un estímulo gustativo, auditivo, olfativo, visual o táctil o de todos ellos, recibidos de forma simultánea o en secuencia.1

Sistema de homeostasis. El hipotálamo es la estructura cerebral que controla los mecanismos que mantienen en forma constante el equilibrio del medio interno del sujeto. Asimismo, regula el sueño y la vigilia, el deseo sexual, la temperatura corporal, el hambre y la saciedad, entre otras funciones.1

El hipotálamo tiene diversos núcleos y usa distintos neurotransmisores (neuropéptidos), así es como determinadas neuronas producen neuropéptidos (orexinas), que en condiciones normales promueven la ingestión de alimentos, que, tras la ingesta de sustancias de abuso, promueven su consumo, de modo que su función (promover la ingesta de alimentos) es usurpado por el uso y consumo de sustancias.1

sustancias

¿Qué pasa con el sistema hedónico y la homeostasis tras el consumo de sustancias?

Cuando la persona desea consumir sustancias, las neuronas estimulan el sistema de recompensa y activan el componente de placer. Es decir, las neuronas del área tegmental ventral responden a las orexinas liberadas por el hipotálamo, que, a su vez, liberan dopamina en el núcleo accumbens. Así se reactivan el sistema hedónico y la homeostasis, donde la sustancia usurpa la actividad de ambos sistemas.1

¿Cuál es el resultado? La persona siente placer de una forma potenciada, ya que las sustancias afectan dichos sistemas de forma en extremo intensa, por lo que la sensación se vuelve sumamente agradable. Es decir, hacen que los sistemas se sobreactiven, por esa misma razón comienza el abuso en el consumo de sustancias.1

Además, la amígdala aumenta su actividad. Por lo que dicha estructura hace sentir al sujeto una intensa sensación de ansiedad. Es decir, se sobreexcita, debido a que nuestras emociones dependen de un balance entre el sistema del hedonismo y el del miedo o la ansiedad. Y como las sustancias de abuso sobreexcitan el sistema hedónico y el de la ansiedad, el usuario consume más sustancias no para sentir placer, sino para evitar sentir ansiedad.1

¿Qué partes del cerebro se ven afectadas por el consumo de sustancias?

El abuso en el consumo de sustancias puede alterar zonas importantes del cerebro que son esenciales y que pueden impulsar el consumo. Y éstas son:2

  • Ganglios basales. Cumplen una función importante en las formas positivas de motivación y en la formación de hábitos y rutinas. Estas zonas constituyen un nodo clave en el circuito de recompensa del cerebro. Las sustancias generan hiperactividad en dicha zona, por lo que produce la euforia que se siente al consumirlas. Cuando la presencia de la sustancia se repite, el circuito se adapta y disminuye su sensibilidad, esto dificulta que la persona sienta placer con algo más que no sea la sustancia.
  • Amígdala extendida. Genera sensaciones estresantes, como la ansiedad, la irritabilidad y la inquietud, características de la abstinencia cuando la sustancia desaparece del sistema y motivan a la persona a volver a consumirla. A medida que aumenta el consumo de la sustancia, este circuito se vuelve más sensible. Con el tiempo, una persona con trastorno por abuso en el consumo de sustancias no las consume para lograr un estado de euforia, sino para aliviar este malestar, tal como se mencionó.
  • Corteza prefrontal. Dirige la capacidad de pensar, planificar, resolver problemas, tomar decisiones y controlar los impulsos. Ésta es la última parte del cerebro en alcanzar la madurez, esto hace que los adolescentes sean más vulnerables; los cambios en el equilibrio entre este circuito y los circuitos de los ganglios basales y la amígdala extendida hacen que una persona que sufre de un trastorno por consumo de sustancias busque la sustancia en forma compulsiva y tengan menos control de sus impulsos.

Si consumo sustancias, ¿puedo volverme adicto?

Consumir sustancias por curiosidad al principio puede dar paso a experimentar sensaciones placenteras, donde la persona se cree capaz de controlar su consumo. Sin embargo, las sustancias pueden apoderarse con rapidez de quienes las consumen. Con el paso del tiempo, las actividades que se disfrutan pierden su atractivo y las personas consumen todavía más para estar y sentirse bien.3

No todos los usuarios se vuelven dependientes. El camino para ello inicia con la experimentación, que, si continúa se puede transformar en abuso y, finalmente, en la dependencia. Claro que es complicado definir el tiempo que tarda una persona en recorrer este camino, ya que depende de factores como la edad, la susceptibilidad genética, el estado de salud físico y mental y los factores de riesgo y protección que la rodean.3

¿Por qué acercarte a Grupo Punto de Partida si un familiar o amigo presenta abuso en el consumo de sustancias?

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Referencias:

  1. Prospero O. El cerebro adicto. Revista ciencia, enero-marzo, 2014. Disponible en: https://www.revistaciencia.amc.edu.mx/images/revista/65_1/PDF/CerebroAdicto.pdf
  2. National Institute on Drug Abuse. Las drogas y el cerebro. Disponible en: https://nida.nih.gov/es/publicaciones/las-drogas-el-cerebro-y-la-conducta-la-ciencia-de-la-adiccion/las-drogas-y-el-cerebro
  3. Ciencia, 8. Adicciones. Disponible en: https://ciencia.unam.mx/assets/ciencia-para-chavos/08-ciencia-para-chavos-adicciones-guia.pdf
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