La dismorfia muscular es un trastorno emergente que afecta principalmente a los hombres que practican fisicoculturismo. Estas personas, viven obsesionadas con no tener suficiente musculatura al ejercitarse. En sus compulsiones, incluso llegan a pasar horas en el gimnasio, gastan cantidades excesivas de dinero en suplementos deportivos ineficaces, tienen patrones alimenticios anormales o incluso incurren en el abuso de sustancias.1
Por tales motivos, se considera que la dismorfia muscular, también llamada vigorexia, puede ser una nueva expresión de una patología común compartida con los trastornos alimentarios.1 Te invitamos a leer con atención este blog y quizá reconozcas a alguno de tus seres queridos… o incluso a ti mismo en este tipo de trastorno de la conducta.

Mente sana… ¿en cuerpo obsesionado?
¿Pasas horas en el gimnasio obsesionándote con contar tus calorías, hacer un seguimiento de tus macronutrientes y alcanzar objetivos de proteínas? ¿Estás limitando áreas de tu vida, como ver a tus amigos u otros intereses, debido al tiempo que necesitas pasar en el gimnasio o preparando tu comida? Sin embargo, aún te sientes infeliz con tu cuerpo; tus músculos no son lo suficientemente grandes o no estás lo suficientemente delgado.2
Si alguno de los puntos anteriores te resulta familiar, es posible que estés experimentando vigorexia, un término acuñado para describir dificultades psicológicas en las que estás obsesionado con lograr una figura muscular y delgada, a menudo tomando medidas extremas como ejercicio excesivo, dieta estrictamente controlada e incluso uso de esteroides para alcanzar esto.2
Paradójicamente, aunque muchas personas con vigorexia pueden estar objetivamente en buena forma, a menudo están extremadamente ansiosas y autoconscientes acerca de sus cuerpos. Las personas con vigorexia pueden evitar situaciones en las que temen ser expuestas, por ejemplo: ir de vacaciones a la playa o tener citas románticas. Cuando se deben seguir patrones alimenticios estrictos, tanto en cantidad, contenido y horario, la vida puede volverse extremadamente limitada.2
Existe muy poca investigación sobre la vigorexia o dismorfia muscular, como se la conoce formalmente, sin embargo, parece ser más común en adolescentes y hombres adultos. Un estudio de casi 5,000 hombres estadounidenses de entre 11 y 18 años encontró que una cuarta parte reportó una alta preocupación por el peso, en su mayoría centrada en la musculatura.2
El uso de productos para aumentar la masa muscular, como esteroides o suplementos, fue reportado por el 11% de los encuestados. Una serie de investigaciones en hombres de Medio Oriente también encontró niveles altos de insatisfacción corporal y dismorfia muscular. Informes verbales de clínicos sugieren un aumento en el número de hombres que experimentan preocupaciones por la musculatura elevada.2
¿De dónde viene la vigorexia?
La vigorexia surge de una compleja interacción de factores psicológicos, sociales y biológicos. Esta condición se caracteriza por una imagen corporal distorsionada, donde un individuo se percibe como demasiado pequeño o no lo suficientemente musculoso a pesar de tener una masa muscular bien desarrollada.3
Las personas con vigorexia a menudo tienen un deseo obsesivo de ganar más músculo y pueden participar en prácticas extremas de ejercicio y dieta para lograr su físico deseado, y aunque las causas exactas son multifacéticas y pueden variar entre individuos, se han observado ciertas similitudes comunes:3
Influencias Culturales y Mediáticas
La prevalencia de los físicos masculinos idealizados en los medios de comunicación y la publicidad impacta significativamente en la imagen corporal, creando estándares poco realistas que los hombres sienten la presión de imitar.3
Inseguridades Personales
Las inseguridades sobre el propio cuerpo o la apariencia pueden llevar a un enfoque excesivo en la musculatura como una forma de mejorar la autoestima o ganar aceptación social.3
Factores Biológicos
Las predisposiciones genéticas y los desequilibrios hormonales también pueden contribuir al desarrollo de la dismorfia muscular. Reconocer los signos y síntomas de la vigorexia es crucial para intervenir tempranamente, ya que esta conciencia puede llevar a un tratamiento más oportuno y efectivo.3
Las personas, ya sean hombres y mujeres, con dismorfia muscular pueden mostrar una variedad de indicadores entre los que se incluyen:3
- Preocupación por la imagen corporal: pasar varias horas al día pensando en mejorar su musculatura.
- Ejercicio excesivo: participar en sesiones de entrenamiento largas y extremas y sentir ansiedad o culpa si se pierde una sesión.
- Autoimagen distorsionada: a pesar de tener musculatura, sentir que el cuerpo es inadecuado o no lo suficientemente musculoso.
- Obsesión dietética: adherirse estrictamente a una dieta alta en proteínas o abusar de los suplementos y, en algunos casos, de esteroides anabólicos.
- Evitar situaciones sociales: alejarse de eventos o actividades debido a una percepción de falta de musculatura, lo que a menudo resulta en aislamiento social.
- Deterioro de la vida diaria: permitir que la búsqueda de un físico ideal interfiera en las relaciones, el trabajo y otros aspectos importantes de la vida.
Si reconoces alguno de estos síntomas en ti mismo o en alguien que conoces, en Grupo Punto de Partida contamos con la experiencia para ofrecer atención humana, altruista y completa. Nuestros programas de tratamiento de trastornos alimentarios están diseñados para abordar las distorsiones cognitivas y los comportamientos asociados, entre otros, con la vigorexia y aquello relacionado con la autopercepción.
Tratamiento y alternativas médicas para la vigorexia
Las personas con dismorfia muscular a menudo niegan tener un problema y se resisten a considerar el tratamiento de salud mental. Aquellos que consideran el tratamiento psicológico pueden enfrentarse a un dilema, ya que buscar ayuda podría implicar reducir el tiempo en el gimnasio y dejar de usar esteroides, lo que puede ser aterrador para quienes padecen dismorfia muscular.4
Es crucial trabajar con un terapeuta especializado en trastorno dismórfico corporal, trastorno obsesivo-compulsivo o trastornos de la imagen corporal. La terapia cognitivo-conductual puede abordar el diálogo interno negativo y los patrones de pensamiento poco útiles, mientras se enfoca en comportamientos repetitivos o compulsivos y se fomentan hábitos saludables.4
Además, la educación sobre ideales corporales saludables, nutrición adecuada y los peligros del ejercicio excesivo es crucial. Detener por completo el uso de esteroides es esencial para la salud física y mental y debe realizarse bajo la supervisión de un médico.4
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Referencias:
- Mosley PE. Bigorexia: bodybuilding and muscle dysmorphia. Eur Eat Disord Rev. 2009 May;17(3):191-8.
- ¿What is bigorexia? Mountford V. [Internet]. Consultado en mayo de 2024. Disponible en: https://sage-clinics.com/what-is-bigorexia/
- ¿What Is Bigorexia? Sanford Behavioral Health [Internet]. Consultado en mayo de 2024. Disponible en: https://sanfordbehavioralhealth.com/rehab-blog/what-is-bigorexia/
- Muscle Dysmorphia. Olivardia R, Blashill A, Hoffman J. [Internet]. Consultado en mayo de 2024. Disponible en: https://bdd.iocdf.org/expert-opinions/muscle-dysmorphia/